La sutileza

sutil adj.

  1. Delgado, delicado, tenue.

  2. Agudo, perspicaz, ingenioso.

fuente: Diccionario de la Lengua Española de la RAE

A veces en el baile utilizamos la palabra sutil cuando algo nos parece poco definido o claro, o que nos es difícil de captar con nuestros sentidos; cuando, en realidad, su significado es completamente lo contrario. Colores, sonidos, texturas.... pueden quedar ocultos a nuestras capacidades perceptivas del momento, y por tanto, pensar que aquello es prácticamente inapreciable o que carece de importancia, o incluso, que es imposible, sin tener en cuenta que nuestra capacidad de medición está basada únicamente en nuestra experiencia o capacidad de percepción de ese instante. Dando clases me he encontrado muchas veces con alumnos que me han dicho: esto es muy sutil....

Nuestra capacidad de percibir las cosas cambia a lo largo del tiempo y lo que era imperceptible, a través de la práctica y de un estado de presencia más alto, se vuelve perceptible a nuestros sentidos. Durante todos los años que hace que bailo, algunas de las preguntas que más me han hecho pensar han sido:
- ¿qué cantidad de fuerza necesito para hacer un movimiento y que lo entienda mi pareja?

- ¿qué tono muscular es necesario para realizar este paso?

- ¿es normal que me duelan tanto algunos músculos del tronco después de bailar?

Nuestra teoría (si nos basamos en nuestra experiencia, que de hecho es lo único que tenemos) es que nos hemos acostumbrado a utilizar más fuerza de la necesaria en muchas circunstancias de nuestra vida. Y si a través de ejercicios y de conciencia corporal poco a poco hemos podido percibir más cosas y matices y ganar en sutileza, ¿qué nos hace pensar que hayamos llegado a nuestro máximo? ¿qué nos hace pensar que no haya gente con más capacidad sensorial que nosotros? ¿qué nos hace pensar que estemos utilizando el tono muscular adecuado en cada momento?

Imaginemos lo que suele ocurrir cuando dos personas bailan juntas:

1- tendemos a responder a los estímulos haciendo un efecto espejo.

2- cuando nuestra pareja lleva un tono muscular más elevado que el nuestro, o subimos el nuestro o sentimos que nos bloquea y nos tensa.

Por ejemplo, supongamos que de una escala del 0 al 10, donde el 0 es completamente relajado (no confundir relajado con falta de tono muscular) y el 10 es máxima tensión, uno de los dos bailarines parte de un tono 3 y el otro de un tono 5, entonces toda la escala de tensiones 3-4 desaparece a la percepción del bailarín con tono 5, y por tanto, todos los movimientos requieren tonos 5 o superiores; además en este caso toda la escala 0-2 queda absolutamente descartada por los dos.

Según nuestra teoría, no es que no se puedan utilizar tonos altos, el problema es no poder captar la sutileza de los tonos bajos porque esto significa dejar de percibir buena parte de la información. Si siempre hablamos gritando, ¿cómo podemos saber que podemos decir lo mismo sin levantar la voz? Si una persona nos chilla, ¿cómo podemos decirle lo que pensamos si ni siquiera puede oírnos? A veces la fuerza de las palabras no depende del volumen con el que se dicen, a veces que no podamos ver algo no significa que no esté allí, a veces no hay que subestimar la capacidad de una caricia sutil para hacer temblar el mundo, nuestro mundo.

¡Viva la sutileza!