La importancia del significado de las palabras
- Leader, persona que lidera o comanda un grupo, una organización, un país...
- Follower (seguidor / a) que sigue o va detrás de alguien acompañándole.
(Oxford dictionary)
¿Para qué sirven las palabras?
¿Qué significado tienen para cada uno de nosotros?
¿Qué uso les damos?
Para mí las palabras nos ayudan a entender conceptos y cosas que de otra forma nos costaría mucho más comprender; y al mismo tiempo permiten comunicarnos y expresarnos con el resto de personas, poner orden a nuestros pensamientos, emociones... son como pequeños archivadores que nos dan acceso de forma rápida y ordenada a la información de la que disponemos o queremos disponer. No pretendo definir el significado de las palabras, sino que como bailarín en pareja, quiero poner especial atención a dos de ellas y ver todo lo que conlleva el uso de las mismas:
leader y follower.
Durante años he luchado conmigo mismo y me he enfrentado a mis propias contradicciones intentando entender cómo poder, en el baile en pareja, tener un verdadero diálogo de pareja donde ambos podamos expresarnos con libertad y, a la vez, con equilibrio, ser escuchado y escuchar. He tenido largas discusiones sobre el papel / rol de cada uno dentro de la pareja, de lo que significa un liderazgo abierto, un/a follower activa, de lo que es auténtico y de lo que no, de lo que uno puede hacer o no puede hacer... y siempre las líneas acababan siendo difusas porque cada uno encontraba unas razones para llegar a opinar lo que defendía. Hemos hablado durante horas de que el baile en pareja es diálogo, de que los dos dentro de nuestros roles podemos llegar a expresarnos con plenitud, y de donde se encuentra el perfecto equilibrio.
He recibido y dado clases donde quién hacía de follower no era más que la ayuda necesaria para que quién hacía de leader hiciera el movimiento, horas y horas dedicadas a como el/la leader lleva el baile y con suerte algunos minutos a las variaciones de los/las followers, y casi siempre cosas que no interrumpan el liderazgo de su pareja. He estado en conferencias donde se daban discursos sobre lo que tenía que hacer un buen follower y lo que podía hacer un buen leader, sobre los orígenes del baile en pareja, como si la sociedad no hubiera estado nunca sesgada y hombres y mujeres siempre hubieran estado en perfecto equilibrio. He presenciado conversaciones donde todos veíamos que la sociedad se mueve, cambia y donde la ética y la filosofía de vida no se correspondían con la supuesta autenticidad del baile y como grandes bailarines/as luchaban entre dos aguas para mantener el respeto por la historia y al mismo tiempo poder expresar lo que ellos como individuos sentían.
Y lo cierto es que, a pesar de todas las buenas intenciones, ganas de avanzar y mejorar, aquí es donde la carga de significado de las palabras cae como una auténtica espada de Damocles. Leader y follower son dos palabras que se encuentran y ponen los dos bailarines en dimensiones de tiempo diferentes: el futuro y el pasado, son palabras cargadas de responsabilidad y, a la vez, están separadas por un muro llamado presente, que no dejan que ninguno de los dos bailarines pueda subir para ver el otro lado y comprender que están en el mismo lado, en el mismo equipo, con las mismas ganas de jugar, decir, compartir... pero el/la leader está demasiado preocupado de construir lo que vendrá y el/la follower está haciendo equilibrios entre lo que el/la leader hará y lo que él/ella quiere hacer, el juego con estas reglas sólo saldrá bien si cada uno juega su papel...
Quizás alguien recordará una competición que se llamaba Jack and Jill, quizás alguien recordará porque algunos decidieron cambiarle el nombre; estoy seguro de que no fue tan sólo una cuestión estética sino basada en valores más profundos y, tanto si lo compartimos o no, para mí es un claro ejemplo de que la sociedad cambia y que los cambios no tienen porque significar olvidar los orígenes.
Quizás un buen paso para aspirar a que el baile en pareja se convierta en un verdadero diálogo o conversación sería empezar a recordar el auténtico significado de las palabras y cuestionarnos si queremos mantenerlas.